Si tienes una buena idea y piensas que puede llegar a convertirse en tu empresa, pero no sabes por dónde empezar, quizá con esta pequeña guía te damos ideas para ir avanzando hacia tu objetivo: pasar de la idea al negocio. Esto es sin duda lo más difícil que debe hacer el emprendedor, ya que la idea por sí sola, no vale nada. Es una decisión muy valiente, y no todo el mundo es capaz de dar el paso. Hoy en día vivimos en un estado de bienestar, en el que es difícil renunciar a una vida estable económicamente para perseguir tu sueño, para darle vida a tu idea, asumiendo que deberás dejar de lado muchas cosas, pero principalmente, unos ingresos estables (sobre todo al principio).

Con esto no quiero asustar ni mucho menos, porque si bien es cierto que ser emprendedor en nuestro país es mucho más difícil que en el resto de Europa, por no hablar de Estados Unidos, generalmente todos los emprendedores que conozco y han superado con éxito los primeros años, definen el emprendimiento como una inversión hacia el futuro. Quizás los primeros años son malos, pero ¿qué son 3 años para toda una vida?

El mundo es cada vez más global y la información más accesible que nunca, así que no es extraño que esta idea que tanto proteges no tenga nada de original. No te frustres por ello, es lo más normal. Casi todo está inventado. Aunque tu idea sea muy original y única, esto no quiere decir que por sí sola vaya a hacerte millonario. Así que como en tantas ocasiones la clave está en el hacer, no en el decir o pensar. Tu máxima preocupación debe ser pasar de la idea al negocio una vez que sepas que tu idea es viable, tanto desde el punto de vista técnico (se puede hacer) como económico (genera beneficios). Para ello tienes que seguir los siguientes pasos:

1- Hacer un plan de empresa con cara y ojos. Con cara y ojos me refiero, a que busques toda la información que haya a tu alcance para hacer el plan de empresa lo mejor que puedas. Si no sabes ni por dónde empezar, busca asesoramiento de un experto, porque aquí puede estar la diferencia entre ganar o perder.

El plan de empresa es el embrión de tu idea. Lo tienes que mimar, dedicarle tiempo y sobre todo muchas ganas, ya que si no lo haces bien, el nacimiento de tu negocio te puede traer muchos dolores de cabeza.

De hecho, todos los siguientes pasos a seguir, los deberás incluir en este plan de empresa para que lo tengas todo escrito y en un momento dado de crisis existencial o dudas lo puedas consultar.

2- Piensa en la imagen que le quieres dar a tu negocio. Una imagen de marca, también puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso.

3- Define muy bien qué es lo que te diferencia, porque si vas a realizar algo tan duro como emprender será porque tienes algo diferente. Lo ideal es que lo puedas resumir en una frase, que la podríamos bautizar como «lema» o «mantra» de tu empresa.

4- Haz un buen plan de marketing. ¿Cómo quieres vender tu producto? ¿Cómo lo quieres promocionar?

5- Estudia los movimientos de tu competencia como si del mismo detective Conan se tratara. Investiga a quién le venden, cómo lo venden, cómo es su servicio de atención al cliente, cómo se promocionan… etc. Piensa que tienes que conseguir ser mejor que ellos, aunque sea en un solo aspecto, y aprender el por qué de su éxito. Sólo así podrás evitar cometer errores de principiante.

6- Tienes que tener siempre un plan B, porque nunca las cosas salen como esperábamos y menos en el ámbito empresarial. La realidad siempre es más dura que el papel, así que asegúrate que estableces un plan para superar los peores escenarios que puedas imaginar, y pregúntate a ti mismo si estarías dispuesto a aguantarlo.

7- Elige la forma jurídica más adecuada: porque según tu tipo de actividad, con más o menos riesgo, deberás escoger entre autónomo o sociedad a la hora de pasar de la idea al negocio.

8- Elige un buen asesor que te acompañe en tu aventura de ser emprendedor.
Ahora que tienes esto claro, ¿estás listo para dar el paso? ¡Nosotros te ayudamos!

Os dejo una frase de Steve Jobs que me gusta especialmente, y que me impulsó a dar el temido paso (entre muchas otras):

«Tu tiempo es limitado, no lo malgastes viviendo la vida de otra persona. No te quedes atrapado en el dogma, que es vivir como los demás piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición. «

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